Cayó 2-0 ante Uruguay, una selección con poco brillo futbolístico pero contundente y efectivo a la hora de sacar provecho a los espacios defensivos que le concedió el cuadro boliviano.
El primer tiempo terminó empatado, sin embargo los uruguayos estuvieron más cerca de abrir el marcador por las ocasiones de gol que desperdiciaron y que el arquero Alejandro Arancibia se encargó de impedirlo con destacadas tapadas.
La más claras se registraron a los 32 minutos. Hernández primero y después Lodeiro enfrentaron a Arancibia y en ambas jugadas ganó el joven arquero de Oriente Petrolero al sacar la pelota al córner.
Tras esas jugadas de mucho peligro, la selección logró acomodar sus líneas y como consecuencia administró mejor la pelota, que estaba en manos de los charrúas.
Fue el momento en que Lorgio Suárez mostró más presencia en la zaga, mientras que Fernando Saucedo y Samuel Galindo asumieron un rol más protagónico. Eso originó que el partido concluya en su primera mitad sin goles.
En el complemento, el equipo nacional cambió el libreto. Mantuvo el orden, pero con un juego colectivo más claro metió en su zona al rival que hizo daño con certeros contragolpes. Al minuto de empezada la etapa, Alcides Peña erró de forma increíble un gol cantado, tras un pase preciso de Sebastián Molina. Con arco a su disposición, el delantero de Oriente remató mal.
En contrapartida y gracias a un contragolpe Lodeiro abrió la cuenta a los 52 minutos. Era para tirarse de los pelos por la bronca, porque jugando mejor se estaba perdiendo. Y eso pasó hasta el final porque cuando se buscaba el empate apareció otra vez Lodeiro para liquidar el pleito a los 89 minutos y cerrar un partido que deja un mal sabor a Bolivia por su falta de efectividad.
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